miércoles, 10 de noviembre de 2010

En Argentina el Día de la Tradición es el 10 de Noviembre, en Memoria de nuestro poeta más tradicional, creador del Martín Fierro: José Hernández

La palabra tradición deriva del latín y quiere decir donación o legado. La tradición es un conjunto de costumbres, ritos y usanzas que se transmiten de padres a hijos. 
La tradición de un pueblo es aquello que lo identifica y diferencia de los demás, algo propio y profundo. Cada comunidad tiene sus propias tradiciones, las que se manifiestan en el modo de vivir, en el arte y se conservan a través del tiempo.
En Argentina el Día de la Tradición es el 10 de Noviembre, en Memoria de nuestro poeta más tradicional, creador del Martín Fierro: José Hernández.
José Hernández
Nació en los caseríos de Perdriel, en la Chacra de su Tío Don Juan Martín de Pueyrredón, el 10 de noviembre de 1834, durante el gobierno de Don Juan Manuel de Rosas. Educado en el Liceo de San Telmo, en 1846 fue llevado por su padre al sur de la provincia de Buenos Aires, donde se familiarizó con las faenas rurales y las costumbres del gaucho.

La lucha política caracterizó su vida. En 1858, junto con varios opositores al gobierno de Alsina emigró a Paraná, intervino en la Batalla de Cepeda y también en la de Pavón en el bando de Urquiza. Inició su labor periodística en el Nacional Argentino, con una serie de artículos en los que condenaba el asesinato de Vicente Peñaloza, publicados como libro en 1863, bajo el título de Vida del Gaucho. En 1868 editó el diario El Eco de Corrientes y un año más tarde En el Río de la Plata, donde publicó artículos referidos a la cuestión del gaucho y de la tierra, la política de fronteras y el indio, temas que articularía literariamente en el Martín Fierro. Participó en el levantamiento del Coronel López Jordán contra el gobierno de Sarmiento en Entre Ríos, y de regreso a Buenos Aires, en el Gran Hotel Argentino de 25 de mayo y Rivadavia, terminó de escribir El Gaucho Martín Fierro, editado en diciembre de 1872, por la imprenta La Pampa. Tras su onceava edición, en 1879 publicó La Vuelta de Martín Fierro. Fue diputado provincial y en 1880, siendo presidente de la Cámara de Diputados, defendió el proyecto de federalización, por el cual Buenos Aires pasó a ser la capital del país. En 1881 escribió Instrucción del estanciero y fue elegido senador provincial, cargo para el cual fue reelecto hasta 1885. El 21 de octubre de 1886 falleció en su quinta de Belgrano.

Buenos Aires, Buenos Aires, fueron sus últimas palabras.
 Un poco de Historia... 

En la historia al gaucho se lo juzgaba como matrero y asesino, pero hay que hacerlo de acuerdo con la época, el ambiente y la sociedad en vertiginosa transformación en la que vivió.
                          
Dice José Hernandez...
Y  sepan cuantos escuchan
De mis penas el relato
Que nunca peleo ni mato
Sino por necesidad,
Y que á tanta alversidá
Sólo me arrojó el mal trato.
Eran muchos los desheredados que había en nuestra pampa en la segunda mitad del siglo pasado, menesterosos los más y acorralados por un progreso que no los envolvía, contribuyeron a él desde antes de las guerras de la Independencia, cuando ante la bocas enrojecidas de los cañones mortíferos, se agrandaba su coraje y ofrendaban su vida en holocausto.
El gaucho habitante nómade de nuestro campo, tuvo su origen en el hombre vagabundo que se alejaba de las estancias para ir a las vaquerías", expediciones que se organizaban para aprovechar los animales chúcaros que pastaban sueltos en las llanuras.
Esta matanza y arreo de animales, reglamentada por el cabildo de Buenos Aires, llevaba periódicamente a la campaña un considerable número de hombres que se ejercitaban en las faenas rurales y adquirían destreza para dominar el caballo. Muchos de ellos perdieron contacto con la ciudad; a este núcleo humano se le sumó el "vaqueador" clandestino, el vagabundo de estancia y el desertor, los cuales, tratando de ponerse fuera del alcance de la justicia, provocaron ellos mismos su aislamiento del centro urbano y de la civilización.
Este tipo de gaucho alzado y al margen de la sociedad surgió en el litoral, en la campaña próxima a Buenos Aires y en el Uruguay. El de la pampa sólo aparece en el siglo XIX, pues hasta entonces las llanuras del sur estaban casi despobladas.
Hombre de carácter reservado y melancólico y acompañado por su inseparable guitarra, supo traducir en sentidas décimas, el espíritu de la llanura que lo inspiró. La dureza de la vida no le arredró, tal vez porque no la entendía o se le presentaba como algo irremediable, como algo que formaba parte de su destino. 
La pampa ya no es el escenario de correrías de indios ni de gauchos alzados; hoy es el predio de los campesinos, hombres que trabajan de sol a sol, para sacar de la tierra su sustento. Pero el campo, con sus poéticos amaneceres y sus místicos ocasos, con su soledad que invita a la meditación, es siempre el mismo; su impresionante silencio es sólo interrumpido por el grito del chajá, el mugido lejano de un vacuno, el balido manso de las ovejas y en los postes intercalados en la infinitud de su cielo, sin frondas y sin ramas los nidos de horneros colocados como puntos suspensivos...Porque el hornero como el gaucho es un colono venido desde lejos a conquistar la pampa.

Refranes de nuestra tierra
El refrán, dicho o sentencia aleccionadora, es una frase que advierte un error, marca un camino, indica o critica una actitud, amonesta o rubrica una acción, la cual, al pasar de generación en generación se tornó refrán, experiencia resumida en pocas palabras. El refranero criollo nace de la fusión del antiguo refranero español con la viva realidad americana. Buscando en hermosas colecciones, he formado esta pequeña selección.
Cuanto más se vive más se apriende.Candil sin mecha, poco aprovecha.
Detrás del balde va la roldana.Es otro tiento de la misma lonja.
Donde se come pan, migas quedan.Tras el hambre viene el matambre.
El que no tiene cuchillo come a tirones.El ofrecer no empobrece.

Los Vicios

Agua y yerba para el gaucho es riqueza.Fiesta sin vino no vale un comino.
Donde entra el beber sale el saber.Jamón y vino añejo estiran el pellejo.
Más alegre que día de mate con torta frita.A mala cama colchón de vino.
Chupá nomás, que otro paga...Hable mi vecino y tenga mi bota de vino.

El hombre     

Pál gaucho de casta todo el mundo es cancha.Codicioso y tramposo, los dos al pozo.
Hombre pobre, hiede a muerto.Da una al clavo y las demás a la herradura.
Al mejor parador se le atraca el estribo.El que pregunta no yerra.
Cara de beato y uñas de gato.El frío es según las pilchas.

La mujer     

La mujer que mucho mira, poco hila.La mujer y el café ardientes han de ser.
Manean más las enaguas que cualesquier boleadora.La mujer, mala o buena, más quiero freno que espuela.
La mujer del ciego,¿pá quién se pinta?.Tira más una teta que una carreta.
No hay mujer sin tacha ni petizo sin maña.Palabra de mujer es como renguera de perro.

El amor     

Amor forastero se va ligero.Amor y risa no dan para camisa.
Porque te quiero te aporrio.Cuando el amor es fingido en el aire es conocido.
Flor en el pecho, amor deshecho.Hasta lo feo hermosea el deseo.
Amor de vieja, celos y quejas.Amor pobre y leña verde arden cuando hay ocasión.

El juego   

El juego no da ni pa´ camisa.Cuentas de juego saben a duelo.
La mejor suerte de los dados es no jugarlos.Carta vista, vuelta al mazo.
Plata de juego, agua entre los dedos.Se le dio vuelta la taba.
Al ñudo son las tiradas cuando la taba es culera.Juego de manos, juego de villanos.

Los animales, espejos del ser humano  

Bicho que vuela va a la cazuela.Ladino como burro dañino.
No da el potrillo pá botas.Al potro, dómelo otro.
A asno lerdo, arriero loco.A burro viejo, pasto tierno.
Malacara porque no es tuyo.Animal acollarao, no engorda.

Las plantas   

Arbol que crece torcido ya nunca se lo endereza.En tiempo é durazno me río é la pera.
Por el choclo se come el puchero.Se acabaron lo higos, se acabaron los amigos.
Con leña verde no se priende el fuego.Cabeza blanca y cola verde como la cebolla.
Todos toman naranjada y el pobre naranjo nada.Como palito de jarilla, a los pobres nos echan a la otra orilla.

La travesía   

El mal camino andarle pronto.El que venga atrás que arree.
Carreta parada no hace jornada.Si no me agarran al trote, menos será galopando.
Lo que no mata engorda.Un tropezón no es caída.
Pare el carro que hay mucho barro.Vale más andar de a pie que con el recao al hombro.

El agua

Agua parada, contiene bichos.Es mejos buscar la fuente que seguir la corriente.
Siempre se escarba mejor la tierra recién mojada.Agua que el río baja, arriba no ha de volver.
Cavando se saca agua.Aguas tranquilas, hacen lanas de sapo.
Cuando se agota el pozo se conoce cuánto vale el agua.Calcule la correntada si es que va a tirarse al agua.

El clima y las labores agrícolas    

Puede ser que tronando llueva.Norte claro y sur oscuro, aguacero seguro.
Si el arco iris ves al poniente, recoge el arado y vete.Poda tardía y siembra temprano, si erras un año acertarás cuatro.
A las tres neblinas, llueve.El que siembra trigo come galleta.
Puro grito como tormenta de verano.Si en noviembre truena, la cosecha será buena.

Consejos

Antes que te cases, mira lo que haces.Piantá, piojito, que te cacha el peine.
No ensille ajeno, aparcero, sin averiguar la marca.Cuídate de perro rabioso y de hombre sospechoso.
Come callado lo que has hallado.Toma casa con hogar y mujer que sepa hilar.
Ventajear al ventajero no es pecao para el infierno.No estirés mucho las piernas si dormís en catre corto.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario