domingo, 14 de noviembre de 2010

REINALDO BANDINI, EL ENLACE ENTRE EL DIARIO DE MAGNETTO Y EL EJÉRCITO El ex secretario de redacción de Clarín espera la citación judicial

REINALDO BANDINI, EL ENLACE ENTRE EL DIARIO DE MAGNETTO Y EL EJÉRCITO

El ex secretario de redacción de Clarín espera la citación judicial

Publicado el 14 de Noviembre de 2010

La Secretaría de Derechos Humanos lo denunció por complicidad en delitos de lesa humanidad. Dos causas, la de Papel Prensa y la de los herederos de Noble, aguardan su testimonio. Qué dice en sus libros uno de los ideólogos de la dictadura.
 
Este hombre sabe todo. No es una sospecha antojadiza. El propio Reinaldo Bandini, el ex secretario de redacción de Clarín, que funcionaba como enlace del diario con el Estado Mayor del Ejército a mediados de los ’70, se atribuyó un rol clave en dos episodios de interés público que hoy son investigados por la justicia: el despojo accionario de Papel Prensa y la misteriosa llegada de Felipe y Marcela al hogar de Ernestina Herrera de Noble, propietaria del holding comunicacional más importante de los últimas cuatro décadas. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, encabezada por Eduardo Luis Duhalde, rescató del olvido dos materiales clave: 1)Una carta documento que Bandini le envió a Ernestina Herrera en 1987, en que –como parte de un reclamo por aguinaldos mal liquidados– el periodista y frontman societario del grupo en 1976 le recuerda a la viuda que él participó en ambos hechos; y 2) un material de 1978 publicado por la Escuela de Defensa Nacional, donde Bandini aparece dando clases, como representante de Clarín, ante represores de la temible D2, la Jefatura de Inteligencia de la Policía de Córdoba, pieza clave del genocidio en territorio mediterráneo (ver p. 6).
La carta documento de Bandini a Ernestina fue publicada en el libro Noble Imperio Corrupto de Guillermo Patricio Kelly, en 1993, es decir, hace 17 años. Aunque ese texto podría resumirse como un tratado de megalomanía del inclasificable Kelly, poblado de fotos con famosos y anécdotas que pretenden dejarlo bien parado, lo cierto es que entre sus 260 páginas –antes que ordenadas, dispuestas de manera caótica– vieron la luz pública por primera vez las dos actas de nacimiento falsas (esto ya está probado judicialmente) de Felipe y Marcela, que según se presume son hijos de desaparecidos. Y no sólo eso: también la carta documento en que Bandini dice haber tenido un rol clave en el despojo de Papel Prensa, merced a sus vínculos con el Ejército; e inmediatamente después el cuidado y protección de los dos chicos “adoptados”por la viuda.
Al parecer, Bandini fue la fuente del libro de Kelly. Cuando se repasan sus páginas, la carta documento citada y las actas cuestionadas surgen sin demasiada justificación, si se tiene en cuenta su estructura narrativa. Eso suele ocurrir cuando se trata de una operación que tiene un único destinatario, que no son los lectores habituales. Por lo que se sabe, Bandini estaba enojado con el Grupo Clarín, y la publicación de esos papeles habría destrabado un acuerdo económico post-jubilatorio, que había sido desconocido por las autoridades del diario. Acusaba a los propietarios de no pagarle sus honorarios no graciables por tareas “no periodísticas”.
¿Quién es Reinaldo Bandini? En síntesis, un hombre de extrema confianza de Roberto Noble, fundador del diario. Un comisario político desarrollista, que llegó a secretario de redacción. Prestanombre de sociedades en el extranjero del Grupo Clarín. Enlace con el Ejército de la empresa editora. Profesor de la Escuela de Defensa Nacional e instructor de los militares, antes y después del golpe de 1976. Perdedor, en el ’81, de una interna con Héctor Magnetto, que tomó el timón del diario y del grupo empresario con el guiño de Ernestina.
Su caso es una evidencia más del vínculo de Clarín con la dictadura. Prueba contundente, también, de que el golpe fue militar y civil: Bandini era un ideólogo. Basta con ver sus trabajos publicados. En la Segunda Edición del XLII Ciclo de Conferencias Regionales, de 1978, ante un auditorio de represores, Bandini se queja: “Les pido que me den licencia para preguntar cuánto tiempo demorará este mundo amoral, criminoso, que ataca por derecha y por izquierda, y que cuando se le da la mano, manda un Santucho.” En un libro que publicó junto al coronel José Felipe Marini, llamado Desarrollo y seguridad de la Argentina en el marco geopolítico internacional, editado por Hachette en 1980, califica a la dictadura como un proceso “revolucionario y trascendental” y reivindica el triunfo de “las armas argentinas en la lucha contra la subversión”. Más precisamente, en su página 154, elogia al gobierno de Videla: “Ha vencido la subversión apoyada desde el exterior por las tendencias socialistas y liberales trotskistas”. En la página 173 menciona la “necesidad de privatizar empresas del Estado”, particularmente ENTEL.
El silenciamiento del genocidio ejercido por Clarín obedeció a cuestiones comerciales (Papel Prensa es la prueba) pero también a la convergencia de intereses políticos e ideológicos entre el grupo mediático hegemónico y la dictadura militar.
A tres décadas y media del golpe del ’76, cada vez es más evidente que la Junta fue la mano ejecutora de un plan económico diseñado por los dueños del poder y del dinero, y que la persecución y eliminación física de sus opositores fue el capítulo más cruel de la reingeniería social llevada a cabo. Los militares fueron la mano de obra. Pero los beneficiarios concretos de esos horrores vestían traje y corbata.
Bandini hoy tiene 84 años. Su sola figura es la prueba de la complicidad. A diferencia de otros, puede decirse en su favor que él firmó todas y cada una de las piezas que hoy lo involucran en dos causas sensibles que investigan el terrorismo de Estado.
La imagen que ilustra esta página fue tomada por Tiempo Argentino hace apenas dos días. Se lo ve acorralado por la vejez. Vencido por el paso inexorable de los años. Esa fragilidad contrasta con lo que mucho que sabe y, hasta ahora, eligió callar. Magnetto y Noble usaron sus relaciones con el Ejército, y más tarde lo sacaron del diario al que ayudó a crecer. Por esas vueltas de la vida, hoy Héctor Magnetto, imputado de delitos de lesa humanidad en el despojo de Papel Prensa; y Ernestina Noble, también en la mira judicial por la presunta apropiación de hijos de desaparecidos, están en manos de Bandini.
La verdad se precipita con el correr de las horas.

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