A MUERTE DE KIRCHNER
Insólito: Carrió se ufana de su política de predicción
"¿Vieron que yo les dije que había que esperar?", les dijo a sus seguidores en una reunión cerrada en su departemanto en Avenida Santa Fe. Hace silencio público, pero sigue con sus ambiguas visualizaciones: "Todavía veremos muchas sorpresas", dijo.
04.11.2010
El martes, la líder de la Colación Cívica, "Lilita" Carrió, convocó a principales allegados a un encuentro que se llevó a cabo en su departamento en la avenida Santa Fe. Allí les transmitió que quiere que desde el partido todos se llamen a silencio e intentó analizar el futuro de la política argentina después de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.
“La Coalición está en estado de espera y observación”, coincidieron desde el entorno cercano. No se sabe si la preocupación es hacia el Gobierno o por el propio futuro del partido que integran.
Dos días antes en una reunión ampliada, Carrió hizo uso de su recurso preferido: el futurismo apocalíptico. “¿Vieron que yo les dije que había que esperar?”, les dijo a sus legisladores y miembros del partido. Ahora parece ser que el debate es un poco más mesurado y expectante. “Todo es confusión. Hay que esperar a que todo aclare”, repitieron en declaraciones en off a la prensa, miembros de su entorno.
“Nunca me imaginé una cosa así, pero acerté en que van a venir muchos cambios de escenario. Eso no cambia. Todavía veremos muchas sorpresas”, habría asegurado Carrió en la reunión. Si embargo, hay quienes en su tropa están más preocupados por la misma Coalición Cívica que por el futuro general del armado político en el país. Dicen en voz baja por los pasillos que la CC está perdiendo terreno y que le costaría ganar espacio en las presidenciales del año próximo.
Silencio y spa
El silencio que Carrió hace desde hace un tiempo podría romperse a finales de este mes, cuando se celebre un encuentro público de la CC. Hasta el momento no piensa hablar y le pidió a sus colaboradores que hagan lo mismo: no conceder ninguna entrevista.
Su desaparición de los medios tiene que ver también con otra decisión. Durante un mes, "Lilita" se alejó de la intensa actividad política para internarse en un instituto médico de Córdoba con el fin de llevar adelante un estrictísimo régimen alimentario que le permita adelgazar, ya que su sobrepeso le estaba produciendo "algunos problemas de salud", según señaló un dirigente de la Coalición Cívica.
Carrió ya había probado ese instituto cordobés. Un tiempo antes de las elecciones del 2005, se pasó nueve meses en La Posada del Qenti donde adelgazó 45 kilos y redujo 7 talles su vestuario. "Ahora se la ve mucho mejor", reflexionaba el mismo entorno crítico a su gordura.
Pero la decisión de este año de internarse no tiene que ver solamente con "ser flaca", sus allegados aseguraron que tiene “problemas de diabetes y el colesterol muy alto”, y esta situación está preocupando a más de uno. Dicen que en el mes que permaneció en Córdoba bajó entre 4 a 6 kilos.
“La Coalición está en estado de espera y observación”, coincidieron desde el entorno cercano. No se sabe si la preocupación es hacia el Gobierno o por el propio futuro del partido que integran.
Dos días antes en una reunión ampliada, Carrió hizo uso de su recurso preferido: el futurismo apocalíptico. “¿Vieron que yo les dije que había que esperar?”, les dijo a sus legisladores y miembros del partido. Ahora parece ser que el debate es un poco más mesurado y expectante. “Todo es confusión. Hay que esperar a que todo aclare”, repitieron en declaraciones en off a la prensa, miembros de su entorno.
“Nunca me imaginé una cosa así, pero acerté en que van a venir muchos cambios de escenario. Eso no cambia. Todavía veremos muchas sorpresas”, habría asegurado Carrió en la reunión. Si embargo, hay quienes en su tropa están más preocupados por la misma Coalición Cívica que por el futuro general del armado político en el país. Dicen en voz baja por los pasillos que la CC está perdiendo terreno y que le costaría ganar espacio en las presidenciales del año próximo.
Silencio y spa
El silencio que Carrió hace desde hace un tiempo podría romperse a finales de este mes, cuando se celebre un encuentro público de la CC. Hasta el momento no piensa hablar y le pidió a sus colaboradores que hagan lo mismo: no conceder ninguna entrevista.
Su desaparición de los medios tiene que ver también con otra decisión. Durante un mes, "Lilita" se alejó de la intensa actividad política para internarse en un instituto médico de Córdoba con el fin de llevar adelante un estrictísimo régimen alimentario que le permita adelgazar, ya que su sobrepeso le estaba produciendo "algunos problemas de salud", según señaló un dirigente de la Coalición Cívica.
Carrió ya había probado ese instituto cordobés. Un tiempo antes de las elecciones del 2005, se pasó nueve meses en La Posada del Qenti donde adelgazó 45 kilos y redujo 7 talles su vestuario. "Ahora se la ve mucho mejor", reflexionaba el mismo entorno crítico a su gordura.
Pero la decisión de este año de internarse no tiene que ver solamente con "ser flaca", sus allegados aseguraron que tiene “problemas de diabetes y el colesterol muy alto”, y esta situación está preocupando a más de uno. Dicen que en el mes que permaneció en Córdoba bajó entre 4 a 6 kilos.
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