La celda de Jonathan, de 16 años, última víctima mortal del Irar
Mancha que el cuerpo del chico dejó fuera de la celda.
Jaula donde los internos transcurren su "recuperación".
Baños, duchas, la visión de higiene que propone el Estado.
“¿Quién está en conflicto con la ley penal: Los adolescentes encerrados en jaulas, o el Estado santafesino?”, inquieren desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) en un artículo enviado a Redacción Rosario en el que amplían su denuncia –respaldada con documentos fotográficos– sobre “la situación inhumana” en los centros de detención de la provincia.
La primera foto es la celda donde pierde la vida Jonathan, la segunda es la marca que queda fuera de la celda dejada por el cuerpo, (los chicos alojados en el mismo sector nos dicen quisieron limpiarla pero no pudieron), la tercera es en las celdas donde permanecen durante el encierro, la cuarta es la condición de los baños, después más rejas, mugre, y entender que ni en los pabellones ni en la celdas los chicos cuentan con agua, que cuando la necesita deben solicitarla.
Sobran las palabras para describir tanto abandono, tanta desidia, tanto delito, quienes son los que están en conflicto con la ley? El estado o los adolescentes privados de la libertad.
En una sociedad cuyas desigualdades, la convierten en violenta y por ende generadora de más violencia, donde diversos sectores padecen la falta de equidad e injusticia social, es impensable tener prisiones que trabajen desde una perspectiva humanizada.
Jonatan Retamoso fue encontrado, con una sábana envuelta en su cuello, la mañana del 16 de Diciembre pasado. Estaba muerto. Tenía 16 años.
¿Se suicidó? ¿Lo mató la deshumanización que provoca la violencia enquistada en ese siniestro edificio que opera como una gran metáfora sobre la humanidad negada? ¿Su muerte fue causada por él mismo o intervinieron otros, tal la inquietud de su familia?
La jueza que investiga su muerte lo hace a partir de la hipótesis de suicidio. La familia seguirá luchando para que se revea lo actuado, se investiguen y aclaren todas las dudas que los hace pensar que a Jonatan lo mataron.
El gobierno provincial, a través de sus funcionarios y del mismo gobernador defienden la gestión y la política implementada hacia el interior de la institución, sin dejar de afirmar que al Irar “hay que cerrarlo”, lo mismo dijo en una conferencia de prensa hace cuatro años quien fuera ministro de justicia, Héctor Superti.
En una entrevista publicada en marzo de 2008 por el diario Rosario 12, El presidente del Ilanud, (Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente), Elías Carranza, expresaba con respecto al Irar: “Si esto no lo resuelven educadores, pedagogos y equipos interdisciplinarios, no lo resuelve nadie. Y nada justifica que pase mucho tiempo sin que ello se haga. Esto tiene que ser muy veloz. Murió un chico hace poco, (se refería a Néstor Salto) pueden morir más y aunque así no fuera los años pasan y eso se transforma en irrecuperable (…)”.
Carranza también señaló que se trata de 40 chicos, "no de cuatro o cinco mil, por cuanto es un absurdo que no pueda solucionarse este problema".
La CTC (Coordinadora de Trabajo Carcelario) planteó y fundamentó porqué en ese edificio –y con la política implementada desde el gobierno santafesino con una gestión mixta donde hay una fuerte presencia del servicio penitenciario y estrategias erráticas por parte de la dirección penal juvenil– nada del orden de la dignidad era posible, que era menester cerrarlo y se hacía imperioso utilizar recursos y creatividad para generar espacios “humanizados” para los chicos “en conflicto con la ley”.
Pasaron cuatro años, nada de eso pasó. Comenzamos a transitar los próximos cuatro años, la respuesta es la misma, la deshumanización seguirá su curso.
Nuevamente afirmamos que al Irar hay que cerrarlo, no se puede esperar, urge preservar la humanidad de quienes lo padecen.
“La deshumanización es la consecuencia de la opresión y afecta a los oprimidos y a los que oprimen”
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