Carrió cosechó la crítica de todos
Publicado el 12 de Noviembre de 2010Por
Las acusaciones de la chaqueña causaron indignación. Su ex socia, Margarita Stolbizer, y el titular de la UCR, Ernesto Sanz, la repudiaron. Aníbal Fernández la comparó con una cacatúa.
Las acusaciones de la chaqueña causaron indignación. Su ex socia, Margarita Stolbizer, y el titular de la UCR, Ernesto Sanz, la repudiaron. Aníbal Fernández la comparó con una cacatúa.
Elisa Carrió rompió el voto de silencio al que se había consagrado tras la muerte de Néstor Kichner y, fiel a su costumbre, generó controversia y malestar al acusar al oficialismo de utilizar una “Banelco” para torcer la voluntad de algunos diputados durante la votación del Presupuesto 2011. Las críticas, tanto desde el oficialismo como desde la oposición, no tardaron en llegar. Incluso su ex socia Margarita Stolbizer (GEN) reaccionó indignada ante las acusaciones de la chaqueña. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó de “cacatúa” a la líder de la Coalición Cívica. Entre tanto, el jefe de la UCR, Ernesto Sanz, la acusó de decir “mentiras infames”.
La votación del Presupuesto 2011 en la Cámara Baja dejó en claro que para Carrió no hay tregua en su confrontación con el gobierno nacional. El miércoles “Lilita” había comenzado la jornada con acusaciones hacia el radicalismo, por haber dado quórum para sesionar. Más tarde, cuando la discusión en el recinto había levantado temperatura, Carrió pidió una “cuestión de privilegio”: buscaba que la Comisión de Asuntos Constitucionales investigue las supuestas presiones recibidas por los diputados para votar a favor del proyecto oficial o para retirarse del recinto. La diputada ultracristiana Cynthia Hotton (Valores para mi País), una de las más fervientes opositoras al matrimonio igualitario, se sumó a la denuncia de la chaqueña y declaró que le habían pedido que se retirara “a cambio de apoyo” para sus proyectos. Sin embargo, se negó a revelar la identidad de quien la habría presionado.
“Carrió es un cacatúa que sueña con tener la pinta de Carlos Gardel”, azuzó Fernández citando el tango reo “Corrientes y Esmeralda”, de Celedonio Flores, y conminó a las diputadas opositoras a mostrar pruebas. “Carrió, independientemente de su grave condición psíquica, dijo que había mensajes de texto míos, hay que mostrarlos, es muy fácil”, reclamó el jefe de ministros. Además, se calzó el traje de psicólogo y propuso una interpretación a Carrió: “Lo que está haciendo es proyección”, porque “la doctora formó parte de un gobierno que se dedicó a hacer eso”, dijo Fernández, en alusión a la Ley de Flexibilización Laboral aprobada durante el delarruísmo. El diputado Carlos Kunkel se expresó en sintonía: “La sociedad entera tiene muy claro que no va a haber Banelco como sucedió con el gobierno de la Alianza.”
En la UCR, las denuncias de Carrió cayeron mal. “La jefa de la Coalición Cívica está diciendo mentiras infames, nos duele, no se puede decir de manera tan mezquina y tan mentirosa que hay un pacto con el gobierno”, se ofendió Ernesto Sanz, líder de la UCR.
“Espero que haya explicaciones para todas estas cuestiones. Me enoja, me irrita y me agravia la expresión de Carrió; esto de generalizar, cuando hubo bloques que decidieron dar quórum”, destacó Stolbizer.
En el PRO también hubo diferencias. El jefe del bloque macrista, Federico Pinedo habló de “ausencias inexplicables” en el recinto durante el debate. Laura Alonso, una de las aludidas, recogió el guante. Aseguró que “quería votar a favor del Presupuesto”, pero se fue para “para evitar el mal momento de tener un voto contrario al del bloque”, y criticó la “falta absoluta de discusión” que existió en el interior de su partido.
La votación del Presupuesto 2011 en la Cámara Baja dejó en claro que para Carrió no hay tregua en su confrontación con el gobierno nacional. El miércoles “Lilita” había comenzado la jornada con acusaciones hacia el radicalismo, por haber dado quórum para sesionar. Más tarde, cuando la discusión en el recinto había levantado temperatura, Carrió pidió una “cuestión de privilegio”: buscaba que la Comisión de Asuntos Constitucionales investigue las supuestas presiones recibidas por los diputados para votar a favor del proyecto oficial o para retirarse del recinto. La diputada ultracristiana Cynthia Hotton (Valores para mi País), una de las más fervientes opositoras al matrimonio igualitario, se sumó a la denuncia de la chaqueña y declaró que le habían pedido que se retirara “a cambio de apoyo” para sus proyectos. Sin embargo, se negó a revelar la identidad de quien la habría presionado.
“Carrió es un cacatúa que sueña con tener la pinta de Carlos Gardel”, azuzó Fernández citando el tango reo “Corrientes y Esmeralda”, de Celedonio Flores, y conminó a las diputadas opositoras a mostrar pruebas. “Carrió, independientemente de su grave condición psíquica, dijo que había mensajes de texto míos, hay que mostrarlos, es muy fácil”, reclamó el jefe de ministros. Además, se calzó el traje de psicólogo y propuso una interpretación a Carrió: “Lo que está haciendo es proyección”, porque “la doctora formó parte de un gobierno que se dedicó a hacer eso”, dijo Fernández, en alusión a la Ley de Flexibilización Laboral aprobada durante el delarruísmo. El diputado Carlos Kunkel se expresó en sintonía: “La sociedad entera tiene muy claro que no va a haber Banelco como sucedió con el gobierno de la Alianza.”
En la UCR, las denuncias de Carrió cayeron mal. “La jefa de la Coalición Cívica está diciendo mentiras infames, nos duele, no se puede decir de manera tan mezquina y tan mentirosa que hay un pacto con el gobierno”, se ofendió Ernesto Sanz, líder de la UCR.
“Espero que haya explicaciones para todas estas cuestiones. Me enoja, me irrita y me agravia la expresión de Carrió; esto de generalizar, cuando hubo bloques que decidieron dar quórum”, destacó Stolbizer.
En el PRO también hubo diferencias. El jefe del bloque macrista, Federico Pinedo habló de “ausencias inexplicables” en el recinto durante el debate. Laura Alonso, una de las aludidas, recogió el guante. Aseguró que “quería votar a favor del Presupuesto”, pero se fue para “para evitar el mal momento de tener un voto contrario al del bloque”, y criticó la “falta absoluta de discusión” que existió en el interior de su partido.
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