¿IDIOTAS UTILES O ACTIVISTAS DE LA DESESTABILIZACION? por Daniel Mojica
¿Cómo se puede calificar la actitud de dirigentes como Solanas, Ripoll, Altamira, Ramal, Alderete?
Mogica: Lamentamos la cantidad de militantes que son utilizados por esa dirigencia para ser idiotas útiles y activistas de la desestabilización.
Vivimos tiempos excepcionales.
La transformación que estamos realizando desde Mayo de 2003 a la fecha, tiene muchas variables para ser analizadas en profundidad.
Una de ellas.
Ha quedado a la vista con tremenda nitidez, lo mejor y lo peor de nosotros.
Como seres individuales y como parte de los grupos que integramos.
No hace falta aclarar que la entidad pueblo no es una unidad homogénea.
No tiene una mirada hegemónica, unívoca, acerca de la realidad.
Esas diferencias optimizan el conjunto.
Primera digresión:
Aunque desde la corporación mediática en general y el Cártel Clarín en particular, han intentado (cada vez con menor suerte desde la 125 para acá) inocular una visión catastrófica, de desesperanza, de fracaso económico y social.
Una mirada derrotista.
¿Con qué fin?
Generar miedo. Incertidumbre respecto del futuro.
Una sociedad temerosa en más fácil de manipular.
Fin de digresión
Decía que como sociedad tenemos saludables diversidades. Aunque también persisten nichos de autoritarismo fascista, y aún, cultores del genocidio.
Es lamentable que desde los medios de difusión, hegemonizado por el Cártel de Clarín, desde la pluma, los micrófonos y las cámaras con que cuentan los “periodistas cautivos” y otros inoculadores profesionales o vocacionales se pretenda socavar la autoestima, la dignidad, la inteligencia y la alegría de la sociedad.
No les bastó con el fracaso estrepitoso (dixit Laura Santillán) que les generó el multitudinario festejo del bicentenario.
Nadie se dejó convencer del miedo que pretendieron sembrar desde todos sus canales difusores.
Es que esta gente (los dueños del Cártel Clarín y sus cipayos periodistas a sueldo de la mentira y la infamia, y la dirigencia colonizada) no soporta vivir en democracia.
Estaban acostumbrados a la “democracia condicionada”, atada a la extorsión de las corporaciones nacionales e internacionales.
En ese contexto “esa” clase política se movía como pez en el agua…de una pecera.
Segunda digresión:
Cuando menciono a la dirigencia colonizada, incluyo ex profeso a la que llamo “izquierda extraviada” ya sin remedio.
Porque quienes se pusieron del lado de la Sociedad Rural durante el conflicto generado por la 125, no pueden llamarse izquierda, no pueden llamarse obreros, no pueden llamarse revolucionarios.
¿No vieron que a su lado estaba Duhalde, Barrionuevo, Pando?
No olvido que también estaban Alfonsín (h), Stolbizer, el antiperonismo federal, los socialistas de Ghioldi.
Fin de digresión
Es función del gobierno nacional garantizar los derechos de todos los habitantes de la Nación.
Aún de aquellos que atentan contra ella. Aún de los que no están de acuerdo con el proyecto nacional y popular.
También es tarea del gobierno nacional velar por los intereses de las mayorías, de los que menos tienen, propender a la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria.
Precisamente, cuando un gobierno tiene como prioridad defender los derechos y los intereses de las mayorías postergadas, necesariamente tiene que enfrentarse a quienes pretenden seguir sometiendo y negando derechos a las mayorías.
El gobierno que hoy conduce Cristina Fernández, enfrenta desde su misma asunción, la embestida de quienes defienden un país para pocos, un país sin industrias, un país sin empresas nacionales pujantes, un país sometido a los designios y caprichos asesinos del FMI.
Un país sin futuro.
Un país sin alegría.
No hay que olvidar en este humilde ayuda memoria de los últimos tiempos, la tremenda ratificación del rumbo emprendido por el gobierno que significó la masiva movilización durante la despedida del pueblo a Néstor Kirchner.
Si no fue un plebiscito, pasó muy cerca.
Y las ratificaciones posteriores.
Es una señal de gran significación la cantidad de jóvenes que se sienten representados e identificados por el proyecto nacional y popular.
Unos párrafos más arriba hablé de los intereses que debe enfrentar el gobierno de Cristina, por defender este proyecto nacional que levanta las banderas de soberanía política, independencia económica, justicia social y unidad latinoamericana.
Es entendible, en una sociedad democrática que las corporaciones que ven afectados sus intereses, negocios y privilegios traten de defenderlos.
Lo que no se entiende, ni se justifica es que no digan que defienden sus privilegios.
Y menos que para hacerlo, pretendan desestabilizar la democracia.
Porque no atentan contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Lo están haciendo contra la democracia y contra el pueblo que la votó y que la volverá a votar.
Tercera digresión:
Este es el gran problema para el sistema de poder que ha condicionado a la democracia desde 1983 hasta Mayo de 2003.
Que el gobierno que no se arrodilló ante las corporaciones, va por otro mandato y con la consigna de profundizar el proyecto nacional y popular.
Problemas adicionales para el Cártel Clarín: la sospecha casi certeza de que los hijos adoptados ilegalmente por Ernestina Herrera, son hijos de desaparecidos; la complicidad del grupo con la genocida dictadura cívica, militar y mediática; amén de varias investigaciones por negocios turbios.
Fin de digresión
Complemento de la segunda digresión:
Tiene que ver con la pregunta que encabeza estas líneas.
¿Cómo se puede calificar la actitud de dirigentes como Solanas, Ripoll, Altamira, Ramal, Alderete?
No sólo apoyaron a la patronal del campo durante la votación de la 125, han cuestionado cada una de las medidas del gobierno nacional que han significado recuperación de soberanía o ampliación de derechos.
Han recorrido a cuantos programas del Cártel de Clarín han sido invitados para fustigar al gobierno.
Han quedado claramente alineados con la Sociedad Rural, con el defensor de genocidas Duhalde, con sus punteros más reconocidos como Barrionuevo y Camaño, con el golpismo explícito del Cártel Clarín.
La última operación a la que han puesto el cuerpo es el corte de las vías en Avellaneda, provocando los desmanes conocidos en la estación Constitución.
Lo más grave es que el partido obrero mandó a sus militantes, con plena conciencia de que podría suceder un nuevo crimen como el del militante Mariano Ferreyra.
¿Acaso era lo que buscaban?
Conclusión:
Como respuesta al interrogante que me planteo en el título, no me queda más remedio que admitir que ambas proposiciones son convergentes y se complementan.
Lamento la cantidad de militantes que son utilizados por esa dirigencia para ser idiotas útiles y activistas de la desestabilización.
DM/
N&P: El Correo-e del autor es Daniel Mojica mojicadan@yahoo.com.ar
Daniel Mojica/
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