miércoles, 13 de julio de 2011

CIUDAD DE POBRES CORAZONES, FITO PAEZ, DOLOR Y BRONCA!!!



La columna del músico saturó la web de Página/12 y la de La Nación, que la reprodujo. Fue el tema del día en Twitter y Facebook. Políticos, artistas e intelectuales expresaron sus apoyos y rechazos y hubo personas que defendieron el derecho de Páez a opinar.






 Por Julián Bruschtein y Werner Pertot
La columna de Fito Páez que publicó ayer en su contratapa Página/12 desató una polémica entre políticos, artistas y en las redes sociales. La cúpula del PRO salió a acusar de “fascista” al cantautor rosarino, mientras que diversos artistas defendieron su derecho a “decir lo que quiera”, dado que no se trata de un funcionario público ni participa de la campaña. El tema estalló en las redes sociales y generó una respuesta del asesor PRO Alejandro Rozitchner en la web del diario La Nación. Desde una ONG porteña, incluso, amenazaron con denunciar por “discriminación” al cantante. El secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, le reclamó incluso al senador Daniel Filmus que condenase las declaraciones de Páez. El candidato a jefe de Gobierno kirchnerista señaló que “los intelectuales y los artistas pueden expresar sus opiniones libremente. Los políticos no nos podemos enojar con los ciudadanos”. Mauricio Macri se mantuvo fuera de la polémica.
En la columna que publicó ayer este diario, Páez –que se autodefinió como “vecino de la Ciudad de Buenos Aires”– consideró que la ciudad se había convertido en “una feria de globos que vende libros igual que hamburguesas. A la mitad de los porteños les encanta aparentar más que ser”. El cantante comparó al 47 por ciento que votó al macrismo con los que habían votado a Carlos Menem en 1995 y señaló que “da asco la mitad de Buenos Aires. Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing”.
La columna tuvo repercusión en las redes de Facebook y Twitter, donde #fitopaez llegó a ser trendin topic (uno de los temas más importantes del día). Las opiniones se dividieron entre los que se sentían identificados con lo que decía el cantante y aquellos que lo cuestionaban y lo tildaban de intolerante. Las posiciones a favor o en contra circularon todo el día.
Los funcionarios macristas de-sarrollaron una estrategia de campaña a partir de este escenario: funcionarios, diputados y legisladores salieron en masa a cuestionar al cantante (ver aparte). Lo llamaron “fascista” y le exigieron que se disculpara. El eje central de esta táctica fue una columna de Alejandro Rozitchner publicada en el sitio web de La Nación. Con el título “Fito, no entiendo”, le reclamaba al cantante una rectificación: “Dale, Fito, aflojá. No des pie a que digan ahora cosas feas e innecesarias de vos”.
Sin embargo, las cosas feas ya habían llegado. Tras tacharlo de “fascista”, el secretario general Marcos Peña le exigió que se retractara y pidiera disculpas a los porteños. También le reclamó a Filmus que condenara las palabras de Fito Páez, como parte de una forma de condicionar a su adversario en el ballottage. El jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, también utilizó la situación para reclamarle al candidato kirchnerista que abandone la pelea de la segunda vuelta: “El kirchnerismo en lugar de insultar a los porteños debería reconocer la derrota y bajarse del ballottage. Su nivel de intolerancia es inaceptable y peligroso”, twitteó el diputado macrista.
Filmus respondió, pero lejos de lo que le exigían sus adversarios. “Los intelectuales y los artistas pueden expresar sus opiniones libremente. Los políticos no nos podemos enojar con los ciudadanos si no nos apoyaron con el voto”, diferenció lo que piensa él de lo que –a su entender– tiene derecho a decir el cantante. “Hay que ser autocríticos para poder debatir proyectos e ideas para convencerlos y que nos acompañen. Pero de ninguna manera puede uno enojarse con los votantes”, señaló para los propios.
En tanto, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, estimó que las palabras de Páez fueron “una interpretación dolida” y no “un ninguneo”. “Quien escribe es alguien que no es un político, que no es un abonado (del gobierno nacional), que no es un paniaguado sino que es una persona con trayectoria artística y una obra”, indicó González.
“No lo interpreto como un ninguneo, es una interpretación dolida, como la de muchas de las personas que votamos el domingo”, sostuvo el intelectual. Algunos artistas se sumaron a la discusión con el PRO para defenderlo a Páez (ver aparte). “Ha escrito un texto valiente”, sostuvo Liliana Herrero. “Le agradezco la valentía y la dignidad”, se sumó Mariano Otero. “Estoy de acuerdo con la opinión de Fito”, subió la apuesta Peteco Carabajal. Si bien se diferenció en cuanto a su opinión sobre Macri, Andrés Calamaro planteó: “Por supuesto que banco a Fito, que escribió en caliente como alguna vez hacemos todos. No somos periodistas y decimos lo que pensamos”.
Más allá de la polémica, ¿por qué motivo las declaraciones de un cantante sobre la elección generaron tanta repercusión en los medios y en las redes sociales? “Me parece que las expresiones de Fito era lo que se esperaba como respuesta del kirchnerismo”, analizó Glenn Postolski, director de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Como esa respuesta no apareció en el debate político y sí apareció en la voz de un artista (que podría ser la voz de cualquier ciudadano que lo mire lejos del fervor político antiK), pusieron en esas palabras la metáfora de lo que odian del kirchnerismo: la supuesta crispación. Ellos querían que Filmus dijera algo parecido”, analizó Postolski, quien estimó: “Hay un sector artístico que apoya al modelo nacional y ellos no tienen artistas que digan que están con Macri. Así que esto les sirvió para crear una contrafigura. Lo que Fito Páez expresó, de una forma políticamente incorrecta, no fue un análisis político, sino una cuestión de desazón frente a una situación política”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario