El proyecto oficial beneficia a más de 1,3 millón de peones rurales distribuidos en todo el país.
El proyecto fija ocho horas de trabajo poniendo fin a la jornada laboral de sol a sol, otorga la jubilación a los 57 años, reconoce horas extra, descanso semanal y condiciones adecuadas de higiene y seguridad. El Senado lo trata la semana próxima.
El Frente para la Victoria aprobó ayer a la madrugada el proyecto que establece un nuevo régimen para los trabajadores rurales, por 174 votos afirmativos contra 4 negativos. Si la semana que viene el Senado lo convierte en ley, se reemplazará el actual sistema, que está vigente desde 1980. El proyecto fija ocho horas de trabajo poniendo fin al concepto de jornada laboral de sol a sol, fija la edad jubilatoria en los 57 años con 25 años de aportes, establece que las remuneraciones no podrán ser menores al salario mínimo, prevé horas extra, descanso semanal, condiciones adecuadas de higiene, seguridad y vivienda para los más de 1,3 millón de peones rurales. “Los trabajadores no permanentes del campo son las dos terceras partes de la totalidad de los peones rurales. Con esta nueva norma, tendrán nuevos derechos”, afirmó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El nuevo estatuto del peón rural fue rechazado por el titular del gremio Uatre, el duhaldista Gerónimo “Momo” Venegas. Los diputados de la CGT, Facundo Moyano y Omar Plaini, tampoco convalidaron la norma. Su principal objeción radica en que la ley disuelve el Renatre, que es un registro de trabajadores gestionado por el Momo. Los diputados radicales de la Federación Agraria, como Ulises Forte y Pablo Orsolini, también criticaron la medida, pero terminaron votando a favor.
El Congreso vivió una madrugada agitada. No tanto por la paridad en los votos –ya que el oficialismo se impuso con holgura– sino por la intensidad del debate. El proyecto de creación del nuevo estatuto del peón rural comenzó a debatirse a la una de la madrugada. La idea original –acordada en Labor Parlamentaria– era pasar a un cuarto intermedio luego de aprobar la ley penal tributaria. Sin embargo, Fernández de Kirchner había dado la orden de aprobar todos los temas esa misma noche.
El Momo Venegas estaba preparando una movilización para el viernes al mediodía en la puerta del Congreso. A partir de la movida del oficialismo, el gremialista se quedó sin demostración de fuerza. De todas maneras, el Congreso quedó totalmente vallado durante la madrugada.
–¡No se pueden cambiar las reglas de juego! –gritó el duhaldista Eduardo Amadeo, no bien Julián Domínguez, titular de la Cámara, anunció que seguirían debatiendo toda la noche.
–¡Chorros, son todos unos chorros! –acompañó Claudia Rucci con el exabrupto, también duhaldista y aliada del Momo Venegas.
Tras ese primer griterío, parte del bloque de la UCR se retiró del recinto, junto a los diputados del PRO y el Frente Peronista. El diputado Francisco de Narváez, ausente durante toda la jornada, llegó a la madrugada, se encontró en el pasillo con Amadeo y Omar Plaini, el diputado del FpV e integrante de la CGT. Los tres se retiraron de la Cámara juntos. “Este proyecto jerarquiza a los trabajadores, equiparándolos en su mayoría con los derechos generales de que gozan quienes se encuentran bajo la órbita de la Ley de Contrato de Trabajo, por lo que constituye un acto de inclusión social”, explicó el chubutense Juan Mario Pais (FpV).
El proyecto votado a la madrugada tiene dos ejes fundamentales. Por un lado, incorpora a los peones rurales dentro de la ley general de trabajo. Y por otro lado, deroga el Renatre y crea una nueva entidad bajo la órbita del Ministerio de Trabajo (ver aparte).
La norma especifica una serie de derechos para los peones de campo, que no estaban contemplados en la ley vigente, que lleva las firmas de Jorge Rafael Videla, Alfredo Martínez de Hoz y Albano Harguindeguy, entre otros. Si bien la oposición cuestionó la “celeridad” en el tratamiento del tema, el proyecto ingresó al Parlamento en junio de 2010, y estuvo frenado tanto tiempo por las comisiones de Agricultura, a cargo –en aquel momento– del radical Juan Casañas, y Trabajo (Héctor Recalde).
El tema que congregó a toda la oposición parlamentaria, al Momo Venegas y a los empresarios de la Mesa de Enlace fue el artículo que promueve eliminar el Renatre y crear una nueva institución bajo el ala de la cartera laboral. “El principal conflicto es que le quitan al gremio (Uatre) la caja que maneja el Renatre y la bolsa de trabajo. La entidad se plantea la defensa del trabajo en blanco, pero en realidad no ha hecho mucho y ha tenido poca coordinación con el Ejecutivo”, había dicho a este diario el diputado Juan Carlos Díaz Roig (FpV).
“Este proyecto tiene claros fines políticos al querer apropiarse de recursos y disolver el Renatre, reemplazándolo por un organismo estatal que deja afuera a los productores y trabajadores”, afirmó la Mesa de Enlace, integrada por la Federación Agraria, Sociedad Rural, Coninagro y CRA, a través de un comunicado.
El rechazo abroquelado también sumó a los diputados de la CGT, Omar Plaini y Facundo Moyano, quienes no estuvieron en la sesión de ayer.
“¿Creés que yo puedo levantar la mano para destruir una organización sindical? El tema es la situación política general (entre el Gobierno y la CGT), porque si no pareciera ahora que yo banco al Momo (y no es así)”, afirmó Facundo Moyano, ayer, en una entrevista por Radio Nacional.
El tratamiento del proyecto continuará el lunes en la Comisión de Trabajo y Previsión del Senado, a cargo de Ana María Corradi de Beltrán (FpV, Santiago del Estero). El proyecto podría convertirse en ley entre el miércoles y jueves de la semana próxima.
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