jueves, 16 de diciembre de 2010

Morales Solá: los pobres son violentos y viven al margen de la ley, H DE RE1000 PUTA!!!

SE PUEDE SER MAS FACHO E HIJO DE PUTA, QUE ESTE GORILA?!!!

LA NACIÓN

Morales Solá: los pobres son violentos y viven al margen de la ley

En su columna de La Nación de hoy, Joaquín Morales Solá se rasga las vestiduras por "el nivel de violencia que alcanzó la protesta social”, sin querer adveritir que la violencia en las tomas de predios provino de sectores no identificados que se oponían a esas medidas.

Como ocurre casi cada día, Joaquín Morales Solá publica hoy en La Nación su columna titulada “Un día demasiado aleccionador para todos”, en la que aborda las tomas de terrenos improductivos por parte de miles de familias sin techo y las derivaciones políticas que terminaron con la resolución del problema, al menos en Villa Soldati.

Pero, lo más interesante del artículo no es tanto lo que dice sino lo que se desprende de lo que dice, incluso lo que no dice y, más todavía, lo que habla más del propio columnista que de la realidad que pretende describir.

"Este gobierno tiene un gen suicida", dice que le dijo “un kirchnerista razonable” a Morales Solá, quien construye todo un artilugio periodístico a partir de esa declaración y de esa fuente, esa sola fuente sin identidad: “un kirchnerista razonable...”. Podemos ceder en algo: si todos los kirchneristas razonables fueran como este “kirchnerista razonable” que dice lo que dijo al columnista de La Nación, coincidiríamos con él: sería suicida.

Sin embargo, el uso de esas “fuentes” no es lo peor del artículo de hoy de Morales Solá. Tampoco que llame “líderes insurgentes” a los representantes de los ocupantes que se reunieron el fin de semana con el Gobierno, como si se tratase de jefes bolcheviques capaces de tomar prontamente la Casa Rosada (otro fantasma que agita la prensa canalla).

Un párrafo, un solo párrafo con el que él pretende caracterizar algo, en realidad termina pintándolo de cuerpo entero. Morales Solá dice primero: “En el fárrago de los últimos días pasó inadvertido, quizás, el nivel de violencia que alcanzó la protesta social”. Luego añade: “En rigor, el conflicto rebasa la pobreza (que existe, sin duda) para recalar en el mundo de la marginación y la exclusión, donde existen reglas propias de vida al margen de las leyes, donde las armas son artefactos comunes y corrientes, donde hay una frontera porosa entre la legalidad y el delito y donde la violencia es doméstica, vecinal y social”.

Miles de familias sin techo, azuzadas probablemente por punteros políticos que responden a oscuros intereses político-partidarios, sectoriales, individuales, tomaron el Parque Indoamericano y otros predios improductivos. Miles de familias pobres. Lo que el columnista de los Saguier-Mitre no quiere ver ni decir es que la violencia, cuando la hubo, partió del otro lado: de quienes, autodenominándose “vecinos indignados”, en realidad eran individuos y grupos delictivos, marginales, que atacaron a los ocupantes.

No obstante, Morales Solá lo ve al revés: los pobres sin techo viven al margen de la ley, armados hasta los dientes, sin límites entre lo legal y lo ilegal, donde la violencia es tan común como ese aire rancio que deben respirar los pobres... Este es el mundo irreal y clasista que tienen los Morales Solá sobre la pobreza y los pobres.

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