La Nación, Pagni y la Tribuna del Ajuste
En su columna, el editorialista pide a gritos una política de ajuste y postula sus "verdades reveladas" sobre las políticas energéticas. El capitulo latinoamericano.
Para el bueno de Pagni la clave de toda su argumentación es la palabra "restringir". Qué es restringir sino "ajustar", aquellas políticas reflejo de modelos neoliberales que llevaron a la Argentina al más profundo de los subsuelos y al calor de las llamas del infierno. Políticas de privatización, contratos leoninos para las empresas, recetas del FMI y un estado en retirada. Estas son las causas del desastre, desastre por el que, para Pagni, llegaron al gobierno presidentes como Kirchner, Evo y Chávez. ¿Lula?, Lula no, para Pagni.
"No es un dato aleatorio que los representantes de la paleoizquierda -sí, así cataloga Pagni al gobierno de Cristina- hayan llegado al poder cuando sus países -Venezuela, Argentina, Bolivia- eran agitados por crisis sociales. Chávez, Morales, los Kirchner han gobernado con un sentimiento de pánico; el temor a que cualquier mala noticia convocara de nuevo al estallido. Huyeron de ese desenlace por un sendero que los condujo a ese desenlace. En Caracas, en La Paz, en Buenos Aires, comienza a advertirse que la sonrisa permanente esconde un truco; comienza a romperse el hechizo de la fantasía demagógica."
Sí, la teoría del Apocalipsis, que tanto se escucha por parte del los figurones de la derecha neoliberal, que pretenden imponer el libre mercado a ultranza y a cualquier costo social. Lo dijo Carrió y todavía estamos esperando el parto, los dijo Biolcati y todavía estamos esperando la importación de trigo y carne, lo dijo Duhalde y todavía estamos esperando el caos -eso si a diferencia de 2001 con cifras récord en turismo-. Ahora los dice Pagni desde la tribuna de la doctrina del ajuste, ¿que pasará?
El columnista estrella de La Nación opina que "una de las estrategias del kirchnerismo para resolver el desequilibrio (sin ajustar) es cortar la luz. Sobre los cables y transformadores pasa el doble de electricidad que hace ocho años, y esa infraestructura no fue ampliada porque la inversión carece de rentabilidad". Y si, los empresarios buscan ganar cada vez más y más, invertir poco y nada. "Por lo tanto, -dice Pagni- el ajuste se realiza interrumpiendo el servicio. Los consumidores reciben prestaciones cada vez más deficientes. Eso sí: pagan lo mismo, aun pudiendo pagar más. La Presidenta, ya se sabe, es más inteligente que el mercado."
Pagni contextualiza su argumento en la región. Argentina atraviesa por la mejor relación con Brasil en años, sin embargo, estos sectores se niegan a ver la realidad, y pegan a Argentina a Bolivia y Venezuela, países a los que los medios como el de Pagni demonizan. "Lo perciba o no Boudou, en la Argentina está alcanzando su última frontera la concepción que hace agua en Venezuela y Bolivia. Denominar "modelo bolivariano'' a esa forma de administrar los recursos puede hacer pensar que lo que está entrando en dificultades es un experimento novedoso."
Y agrega: "No es así. América latina está en presencia del enésimo fracaso de una corriente populista que se niega a incorporar a su bagaje intelectual una noción elemental: la noción de restricción. Chávez, Morales, Cristina Kirchner están despertando, sobresaltados, del sueño dogmático".
"No es un dato aleatorio que los representantes de la paleoizquierda -sí, así cataloga Pagni al gobierno de Cristina- hayan llegado al poder cuando sus países -Venezuela, Argentina, Bolivia- eran agitados por crisis sociales. Chávez, Morales, los Kirchner han gobernado con un sentimiento de pánico; el temor a que cualquier mala noticia convocara de nuevo al estallido. Huyeron de ese desenlace por un sendero que los condujo a ese desenlace. En Caracas, en La Paz, en Buenos Aires, comienza a advertirse que la sonrisa permanente esconde un truco; comienza a romperse el hechizo de la fantasía demagógica."
Sí, la teoría del Apocalipsis, que tanto se escucha por parte del los figurones de la derecha neoliberal, que pretenden imponer el libre mercado a ultranza y a cualquier costo social. Lo dijo Carrió y todavía estamos esperando el parto, los dijo Biolcati y todavía estamos esperando la importación de trigo y carne, lo dijo Duhalde y todavía estamos esperando el caos -eso si a diferencia de 2001 con cifras récord en turismo-. Ahora los dice Pagni desde la tribuna de la doctrina del ajuste, ¿que pasará?
El columnista estrella de La Nación opina que "una de las estrategias del kirchnerismo para resolver el desequilibrio (sin ajustar) es cortar la luz. Sobre los cables y transformadores pasa el doble de electricidad que hace ocho años, y esa infraestructura no fue ampliada porque la inversión carece de rentabilidad". Y si, los empresarios buscan ganar cada vez más y más, invertir poco y nada. "Por lo tanto, -dice Pagni- el ajuste se realiza interrumpiendo el servicio. Los consumidores reciben prestaciones cada vez más deficientes. Eso sí: pagan lo mismo, aun pudiendo pagar más. La Presidenta, ya se sabe, es más inteligente que el mercado."
Pagni contextualiza su argumento en la región. Argentina atraviesa por la mejor relación con Brasil en años, sin embargo, estos sectores se niegan a ver la realidad, y pegan a Argentina a Bolivia y Venezuela, países a los que los medios como el de Pagni demonizan. "Lo perciba o no Boudou, en la Argentina está alcanzando su última frontera la concepción que hace agua en Venezuela y Bolivia. Denominar "modelo bolivariano'' a esa forma de administrar los recursos puede hacer pensar que lo que está entrando en dificultades es un experimento novedoso."
Y agrega: "No es así. América latina está en presencia del enésimo fracaso de una corriente populista que se niega a incorporar a su bagaje intelectual una noción elemental: la noción de restricción. Chávez, Morales, Cristina Kirchner están despertando, sobresaltados, del sueño dogmático".
No hay comentarios:
Publicar un comentario